viernes, 27 de diciembre de 2013

Con los imbéciles no se puede razonar

La finalidad de todo imbécil es imponer a todos su estupidez a toda costa.

Cuando alguien discute con un imbécil se convierte en imbécil y medio.

Nuestra sociedad, que nos hace listos, puede también convertirnos en unos perfectos idiotas. En la mayoría de ocasiones nos limitamos a repetir como papagayos lo que nos han enseñado; y eso hasta nos da placer. La estupidez es relajante, no cabe la menor duda y es garantía de la felicidad para los que la practican. La estupidez es un magnífico invento.

Pero centrémonos. La inteligencia es una característica diferencial de nuestra especie; pero está obsoleta y abocada a la extinción. Fue arma esencial en la evolución del ser humano, pero ya no la necesitamos. Las organizaciones sociales se esfuerzan desaforadamente para hundir la inteligencia. Ocurre bajo cualquier forma de gobierno, cualquier religión, ciencia o arte. El sistema de jerarquías se ha encargado de reducir el pensamiento a la mínima expresión. Razonar cuesta caro a quien lo intenta.

El imbécil tiende a rodearse de otros imbéciles para camuflar su propia incapacidad. Los hombres asociados en grupos se convierten en inagotable manantial de estúpidos. Los idiotas son legión. Los superdotados despiertan recelos en los que no lo son. Cuantos menos problemas tengamos, menos utilizaremos la inteligencia.


Fuentes: Konrad Lorenz_"Decadencia de lo humano"_Michael J.A. Howe_"The Strange Feats of Idiots Savants"_Voltaire_"Diccionario Filosófico"_Charles Darwin_"El origen del hombre"_Pino Aprile_"Elogio del imbécil"

      Ejemplo de estupidez

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